Es entendible que todo dirigente que tenga aspiraciones presidenciales deba morigerar su discurso y maquillar sus debilidades, pero lo obrado hasta ahora por el candidato de RN es a todas luces impúdico.
En una entrevista a un vespertino la semana pasada, luego que fracasara el proyecto de depreciación acelerada, indicó que “a veces los empresarios se sienten dando instrucciones y ésta fue una buena lección para ellos” como si él fuese un simple asalariado u oficinista y no uno de los hombres más ricos del país.
A reglón seguido, en un foro organizado por una casa de estudios a comienzos de esta semana señaló que “los políticos se encuentran por debajo de las prostitutas en la escala de aceptación social” desconociendo sus décadas de trayectoria como dirigente político.
Ante estas incongruencias cabe preguntarse entonces ¿Quién es realmente Sebastián Piñera? Si uno de los candidatos de la Alianza por Chile o el dirigente que cada vez que puede remarca sus orígenes concertacionistas y su cercanía con la DC; si el hombre democrático que asegura haber votado por el No o el gran empresario que amasó parte importante de su fortuna en el Régimen Militar, al que después desconoció y miró con desdén.
Esas son las incongruencias que hacen que muchas personas del mismo sector político que el ex senador dice representar no están dispuestas a entregarle su voto en caso que sea él quien lidere a la oposición el 2009. Su desafío entonces no está sólo en capitalizar el descontento del electorado que ha sufragado tradicionalmente por la Concertación, sino que dinamitar las desconfianzas que genera en muchas personas cercanas a la Alianza.
Carlos Cuadrado S.
Grupo Vértice
miércoles, 25 de abril de 2007
lunes, 9 de abril de 2007
Al costado del camino
Me gusta estar al lado del camino
fumando el humo mientras todo pasa
Me gusta abrir los ojos y estar vivo
Tener que vérmelas con la resaca
entonces navegar se hace preciso
en barcos que se estrellen en la nada
Vivir atormentado de sentido,
creo que esta, sí,esta es la parte mas pesada
En tiempos donde nadie escucha a nadie
En tiempos donde todos contra todos
En tiempos egoístas y mezquinos
En tiempos donde siempre estamos solos
Habrá que declararse incompetente en todas las materias del mercado
Habrá que declararse un inocente o habrá que ser abyecto y desalmado
Yo ya no pertenezco a ningún ismo
me considero vivo y enterrado
Yo puse las canciones en tu walkman
el tiempo a mi me puso en otro lado
Tendré que hacer lo que es y no debido
Tendré que hacer el bien y hacer el daño
No olvides que el perdón es lo divino
Y errar a veces suele ser humano
No es bueno nunca hacerse de enemigos
que no estén a la altura del conflicto
Que piensan que hacen una guerra y se hacen pis en la cama como chicos
Que rondan por siniestros ministerios
haciendo la parodia del artista
Que todo lo que brilla en este mundo
tan solo les da caspa y les da envidia
Yo era un pibe triste y encantado
de Beatles, Caña legui y maravillas
los libros, las canciones y los pianos,el cine, las traiciones,
los enigmas, mi padre, las cervezas, las pastillas, los misterios, el whisky malo,
los óleos, el amor los escenarios
el hambre, el frío, el crímen, el dinero y mis 10 tías me hicieron este hombre enreverado
si alguna vez me cruzas por la calle
regalame tu beso y no te aflijas
Si ves que estoy pensando en otra cosa
no es nada malo es que paso una brisa
la brisa de la Muerte enamorada
que ronda como un ángel asesino
Mas no te asustes siempre se me pasa
es solo la intuición de mi destino
Me gusta estar al lado del camino
fumando el humo mientras todo pasa
Me gusta regresarme del olvido
para acordarme en sueños de mi casa
El chico que jugaba a la pelota,del 49585
nadie nos prometio un jardín de rosas
hablamos del peligro de estar vivos
No vine a divertir a tu familia
mientras el mundo se cae a pedazos
Me gusta estar al lado del camino
Me gusta sentirte a mi lado
Me gusta estar al lado del camino
Dormirte cada noche entre mis brazos
Al lado del camino
Al lado del camino
Al lado del camino
Es mas entretenido y mas barato
Al lado del camino
Al lado del camino
Fito Páez
martes, 3 de abril de 2007
Transantiago y políticas públicas
Una de las claves para poder entender el fracaso del diseño y posterior implementación del Transantiago radica en los criterios con que se elaboran las políticas públicas en Chile y en cómo la toma de decisiones está transversalmente cruzada por factores políticos.
El debate ha sido intenso en este sentido y el ala progresista de la Concertación argumenta que se debe a la excesiva tecnocratización del Estado, donde estarían primando racionalidades extremadamente técnicas a la hora de definir las prioridades, sin tener en consideración las necesidades ni los costos sociales de las políticas que se implementan.
No obstante, la experiencia demuestra todo lo contrario. En Chile, las políticas públicas tienen un fuerte tinte partidista, donde las decisiones, plazos y tiempos se adoptan de acuerdo al rendimiento electoral que ello pueda brindar más que a las urgencias sociales que se deben resolver. Es así como el mismo subsecretario de transporte dio luces sobre esta materia hace algunos días en los medios de comunicación.
Para muestra de un botón, en el mes de mayo el Gobierno hará entrega al Cuerpo de Bomberos de la Región Metropolitana de una partida de 20 carros avaluados aproximadamente en $200 millones cada uno, pero la designación de su destino no será tomada por la institución, sino que cada carro ya tiene asignado a que comuna irá, beneficiando en su gran mayoría a zonas donde existen alcaldes oficialistas, siendo que algunas de ellas cuentan con carros adquiridos hace muy poco y dejando sin flota renovada a otras compañías que si lo requieren con urgencia.
Con estos criterios, está claro por qué Chile no logra dar un paso sustantivo al desarrollo.
Carlos Cuadrado S.
Grupo Vértice
Carlos Cuadrado S.
Grupo Vértice
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