Dichos de Vidal
Las expresiones vertidas por el ex ministro de la administración Lagos, Francisco Vidal, en cuanto a que Chiledeportes no depende de ninguna cartera y que su manejo es autónomo, parecen impropias de un dirigente político de su talla.El señor Vidal parece olvidar que en Chile vivimos bajo un Estado de Derecho y no en un descampado, donde las instituciones, por mayor autonomía que presenten, como el Banco Central, tienen responsabilidades administrativas jerárquicas a las que deben rendir cuenta.Al señalar que el organismo deportivo se encuentra en tierra de nadie, entonces los chilenos podemos concluir que la responsabilidad final se la atribuye al Presidente de la República, que en ese entonces era Ricardo Lagos, quien hasta ahora ha mantenido un hermético silencio.Esto demuestra una vez más la máxima que se ha reiterado durante los 16 años de gobiernos concertacionistas: en Chile no existe la responsabilidad política para los dirigentes oficialistas. Son innumerables los casos en que autoridades de gobierno se deshacen en explicaciones para evitar poner su cargo a disposición por los errores cometidos, y cuando lo han hecho, la misma maquinaria gubernamental se encarga de reubicarlos en alguna otra repartición consolidando así la denominada "ideología de la compensación".Es grave para el sistema democrático que las máximas autoridades no estén dispuestas a asumir los costos políticos de una mala gestión, ya que debilita las instituciones y genera una sensación de impunidad en todo el escalafón burocrático del Estado, siendo el caldo de cultivo para la creación de los operadores políticos y los actos de corrupción.En países desarrollados la sola fuga de un reo le cuesta el cargo al ministro de turno, mientras que en Chile los recursos del Estado se lo reparten en tajadas y aún nadie se hace responsable.
Carlos Cuadrado S.
Grupo Vértice
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